Razones por las que usas mal la crema solar y no lo sabes (II)

La elección del adecuado fotoprotector dentro de los productos de parafarmacia depende tanto del tiempo de exposición al sol como del tipo de piel. Ambos factores serán claves para determinar el SPF más adecuado para nuestra piel.

Otro dato curioso. ¿Sabías que existen rayos del sol buenos y malos? Te los explicamos.

Tipos de piel

Esta es la clasificación de los tipos de piel:

• Tipo I: Suele quemarse siempre sin alcanzar jamás el bronceado. Mayoritariamente de gente pelirroja.
• Tipo II: Característicos caucásicos es decir, tanto piel como ojos y cabello rubio aproximándose a blanco. Se queman casi siempre y rara vez consiguen broncearse

• Tipo III: Suelen tener tonalidades marrones en el cabello, los ojos y la piel. Después de quemarse repetidas veces, consiguen un mínimo bronceado.
• Tipo IV: Es el prototipo de mediterráneos es decir, ojos, cabello y piel marrón oscura. Alcanzan un bronceado con facilidad aunque también pueden quemarse ocasionamente.
• Tipo V: Predominante en America Latina, consiguen mantener el bronceado durante casi todo el año, disminuyendo las posibilidades de quemaduras cutáneas al mínimo.
• Tipo VI: Típico de África, no se queman nunca y están bronceados permanentemente.

Para los tipos de piel I y II, la crema solar más adecuada sería la protección 50. Los tipos III y IV su fotoprotector ideal sería el que cuenta con un SPF 30 mientras que los tipos de piel V y VI tendrían suficiente con un protector solar factor 20.

Rayos del sol: buenos y malos

El sol emite ondas electromagnéticas que impactan en la capa de Ozono, siendo ésta la responsable de filtrar dichos impactos. Sin embargo, dependiendo del tipo de onda puede traspasar la barrera del Ozono y llegar hasta la superficie terrestre en forma de rayos solares.

Destacan dos grupos:

• Rayos UVA: Son los que menos filtra la capa de Ozono y, por tanto, los más peligrosos ya que son capaces de impactar en las capas más profundas de la piel siendo los responsables de los radicales libres y el envejecimiento cutáneo. El fotoprotector se centra en filtrar estos rayos solares.
• Rayos UVB: Son los que más filtra la capa de Ozono ya que solo permite la entrada del 10% de las ondas que impactan. Son los responsables de activar la melanina así como de aportar vitamina D al organismo. Por tanto, son beneficiosos para la piel.