Los lugares en la Comunidad Valenciana donde poder pasar las vacaciones de Semana Santa son muchos y muy variados. Y es que no hace falta irse muy lejos para encontrar lugares con encanto que probablemente no conocemos pero que seguro no podremos olvidar. Y, hablando de olvidar, no olvidéis incluir en la maleta los productos de parafarmacia imprescindibles para estas Pascuas.

Morella (Castellón)

Este pueblo de Castellón es toda una oda a la Edad Media. Calles empedradas y estrechas, su lavadero municipal al estilo musulmán, su castillo y sus puertas de acceso nos teletransporta a épocas de enaguas y defensas del honor con espada y al alba.

Además, sus rutas de senderismo y sus vistas en lo alto de sus montañas son una de las imágenes más bonitas que se pueden ver en la Comunidad Valenciana. Y no os olvidéis de visitar las pinturas rupestres declaradas patrimonio de la Humanidad.

Altea (Alicante)

De norte a sur de la Comunidad Valenciana, Altea es la Santorini valenciana. Sus colores blanco y turquesa a la orilla del Mediterráneo evocan a la isla griega pero con una salvedad, las vistas en lo alto de la montaña donde se sitúa su Castillo.

Comparte con Morella su aire andalusí pero el Mediterráneo le trae unos paseos en barco por sus 6 km de playa inolvidables.

Bocairent (Valencia)

Bocairent es puro laberinto. Sus calles estrechas, sus desniveles, sus amplias escalinatas y todo el pueblo bañado de pequeñas plazas y ermitas convierten a Bocairent en la joya de la corona de la provincia de Valencia.

Además, cuenta con 53 cuevas de la época de Al-Andalus situadas en la Sierra de Mariola, uno de los parques naturales más importantes de Valencia. Hará las mieles de los amantes del senderismo.

Las Hoces de Cabriel (Valencia/Cuenca)

Limítrofe entre las dos provincias surge de la nada el mayor paraje Natural protegido en toda la Comunidad Valenciana. Mención especial merece la zona de los Cuchillos, unas formaciones rocosas verticales con unos barrancos de infarto. Solo apto para familias aventureras.

Para los más tranquilos, este pareje también ofrece charcas y pequeños lagos donde disfrutar de las vistas después de horas andando. SI esta es vuestra opción, no olvidéis un botiquín de primeros auxilios para imprevistos y mirar al cielo, es bastante probable que os sobrevuelen aves rapaces.

Peñíscola (Castellón)

Si habéis oído hablar del castillo del Papa Luna, que sepáis que corona Peñíscola. Otra cosa no sabemos, pero esta ciudad (denominada así desde el s XVIII) es de lo más pintoresco que se puede encontrar en la Comunidad Valenciana.

Solamente diremos que el casco antiguo se sitúa en la cima de un istmo de arena y que durante siglos quedaba aislada cuando subía la marea. Digno de ver

Y de regalo… la Isla de Tabarca

Es una de las niñas mimadas de la Comunidad Valenciana. Es la única isla habitada de la comunidad con 50 personas que recibe visitas todo el año. Dicen (los más pasionales) que los griegos tomaron Tabarca como referencia para diseñar sus propias islas y que no hay que perderse ni su faro ni su muralla. Eso sí, piérdete por sus calles.

Felices Pascuas.